Una vez que unificamos el pensamiento con la imagen, la sensación y la vibración, nos hallamos ante el quinto paso es decir; la necesidad de entrar en acción.
Los pasos anteriores han conectado nuestro deseo con el inagotable manantial de posibilidades que el universo pone a nuestra disposición.
En el quinto paso ya está plasmado nuestro deseo. Ha concluido el trabajo interno, el de crear lo que queremos por medio de la combinación del pensamiento y la energía.
Ahora es el turno del trabajo en vigilia, el momento de disponernos a actuar como si ya estuviese realizado lo que queremos.
No se trata tanto del acto en sí, como de la manera de realizarlo. Si por ejemplo se tratase de dinero la acción sería movernos en el terreno económico como si fuésemos ricos.
Ello no implica gastar aquello que se tiene – o no se tiene- pero sí enfocar los compromisos económicos desde una mirada y una certeza, de prosperidad libre de la sensación escasez tan habitual en nuestra cultura.
Los pasos anteriores, que conducen a instruir la mente, son el elemento básico e imprescindible para arribar con firmeza y estabilidad al sexto paso.
El sexto paso consiste en sostener un estado de conciencia, pleno de las tres cosas esenciales que precisamos en la vida para vivir en armonía y tener todo lo deseado a nuestro alcance: la perfecta salud, la abundancia y el amor.
Ejecutando los seis pasos crearas para vos y los que amas, una vida maravillosa de contante alegría, celebración y disfrute.